Es una Institución Lasallista perteneciente a la diócesis de Saltillo, Coahuila, fundada y sostenida por un Patronato desde 1967. Atendida por los Hermanos de las Escuelas Cristianas a partir de 1987.

La Casa Hogar de los Pequeños “San José”, ofrece un techo donde los niños y adolescentes, entre los 6 y 18 años, puedan vivir y crecer decorosamente. Fomenta en ellos el deseo de desarrollarse como seres humanos, a través de una educación integral. Apoya sus estudios, brinda capacitación técnica, cultural, formación moral y sano esparcimiento.

Actualmente viven en la Casa Hogar 75 niños y adolescentes, algunos de ellos son huérfanos, otros de familias disfuncionales, todos de escasos recursos. Cursan Educación Primaria en nuestra propia Escuela La Salle de Saltillo A. C., Secundaria en escuelas públicas del barrio y la preparatoria, en La Salle o en el Instituto Técnico Don Bosco.

Por la mañana, los muchachos asisten a clases, por las tardes tienen un horario de actividades bien determinado, que se distribuye entre limpieza de la casa, estudio, talleres, deportes, clubes, lavado de ropa, aseo personal, esparcimiento y catequesis.

La capacitación al trabajo se inicia desde los 11 años en los talleres de carpintería y soldadura, de tal manera que, al terminar su formación en esta casa, cuenten con habilidades para desempeñar satisfactoriamente un trabajo productivo.

La comunidad educativa está integrada por Hermanos Lasallistas, Hermanas Guadalupanas De La Salle y un grupo de “Voluntarios permanentes”, que viven las 24 horas del día en la Casa Hogar. Estos últimos son lasallistas seglares, de varios estados de la República, que prestan su servicio gratuito por un año.

Si bien la comunidad de Hermanos se abrió en 1987, fue hasta 1999 que se inició el voluntariado donde, hasta la fecha, han vivido esta experiencia 60 voluntarios, en los que sobresalen 2 matrimonios y 9 maestros de nuestros colegios o de colegios no lasallistas que han vivido también esta experiencia.

La tarea de los voluntarios es acompañar a los niños y jóvenes en su formación integral, convirtiéndose en sus “ángeles custodios”. A cada uno se les asigna un grupo de niños en alguna sección, y están pendientes de ellos desde que se levantan hasta que se van a dormir. Los acompañan en sus tiempos de estudio para poyarlos en sus tareas escolares, en los momentos de trabajo comunitario o en las diversas actividades culturales o deportivas.

Los voluntarios participan de la vida comunitaria junto con los Hermanos y Hermanas. Comparten diversas actividades como la oración, la Eucaristía diaria, retiros, paseos y festejos, viviendo así el ideal del Sr. De la Salle, de vivir juntos y por asociación al servicio de la misión educativa.